El díptico dispone de un formato y ocupa una superficie adecuada para poder transmitir así de forma muy efectiva el mensaje publicitario de nuestro negocio. Su estructura es la siguiente:
Los formatos más frecuentes son el A5 y el DL, tanto el vertical como el horizontal.
El tipo de papel más frecuente es el estucado con brillo y mate, el gramaje más habitual es el de 135 gr.
Cumpliendo todo lo anterior, para preparar un buen díptico, debemos seguir los 9 puntos que describiremos a continuación.
¿Para qué necesitas el díptico? ¿Para qué finalidad está hecho el mismo cuando el receptor lea su contenido?
El objetivo general de todo folleto publicitario es comunicar algo a un determinado público. Dicha comunicación tiene como objetivo conseguir que el que recibe el diseño pueda realizar una acción automática como por ejemplo: una compra, una solicitud, una reserva, etc. y para que nuestro diseño funcione, es fundamental que el mismo se redacte de forma clara
La redacción de los objetivos son la base para la creación del folleto publictario. Esto es lo que se denomina “briefing”.
¿A qué público vas a dirigirte?
Lo primero de todo, debes recopilar toda la información posible sobre nuestro "target". Esta información servirá para decidir el enfoque que tendrá diseño, para adaptarlo más a sus gustos e intereses.
¿Qué es lo que de verdad quieres contar y cómo?
Sabiendo cuá es tu público objetivo, el siguiente paso será definir todo el contenido: imágenes y textos que las acompañarán.
Enfocar los textos usando palabras adecuadas para despertar algo en tu audiencia: curiosidad, miedo, necesidad,…, y finalmente convencerlo de que necesita lo que le ofreces.
Resumiendo toda la información posible y mostrándola de forma clara y ordenada. Entendible para que el mensaje principal llegue a los receptores.
Sin dejar de lado la gramática y la ortografía.
La imagen debe ocupar un papel importante en nuestro folleto pues tiene un gran poder de atracción hacia el receptor y además, ayudan a descansar la vista durante la lectura, sirven de guía para mover nuestra vista por el contenido y consigue que el texto no parezca aburrido y apetezca leerlo.
Storytelling: cuenta una historia. Toda buena historia se compone de tres partes: planteamiento, nudo y desenlace.
Diseña tu díptico de forma que cada espacio cuente una parte de la historia.
La disposición de la información debería ser así:
Comienza con una introducción, un titular que estimule creando una necesidad.
Continua con el desarrollo, respondiendo a la necesidad.
Termina con un gancho atractivo que llame a la acción.
Mantén la línea y color corporativo de tu empresa. Siendo a la filosofía de empresa, mejorando el reconocimiento de tu marca.
Para saber qué formato es el que más te conviene, debes de tener el contenido bien atado y tener en cuenta tu presupuesto. A partir de ahí analizarás que formato se ajusta más a tus necesidades y a lo que puedes invertir.
Partiendo de ahí, puedes crear diversidad de formatos: de una cara, de doble cara, díptico, tríptico, alargados, horizontales, desplegables, acordeones, troquelados, etc. Jugando con los pliegues para ofrecer al lector interactividad:
Con un buen diseño, con la elección correcta de tipografías e imágenes y el uso de una retícula ordenada donde la información esté jerarquizada y clara, te asegurarás de que tu díptico cumpla su función.
Un díptico a la hora de imprimirlo, depende del tipo de gramaje sobre el que se va a imprimir. Teniendo en cuenta que hay un mínimo que es de 135 gr.
La impresión es uno de los factores más importantes. Aportando al díptico con la gran variedad de tintas que hay: tintas metálicas, tintas ultravioletas, troqueles, relieves, stamping, etc. Eso plasmado sobre un buen gramaje de papel.
La creatividad debe ir SIEMPRE acompañada de la mano de la funcionalidad.